15
FEB
2025

6º Domingo de Tiempo Ordinario



           Jesús inicia este "sermón de la llanura", transmitido por Lucas con unas bienaventuranzas, con notables diferencias con las que presenta Mateo en el "sermón del monte": son cuatro y no ocho,  versan sobre situaciones reales y no son calificadas como "de espíritu", "de la justicia"..., y van seguidas de cuatro "ayes".

           Jesús  se refiere a los pobres,  los que tienen hambre,  los que lloran... "ahora"; los proclama "dichosos", felices, porque con Jesús llega el Reino de Dios y esas situaciones van a ser invertidas. Dios va a actuar como lo hizo en su día en Egipto con los israelitas explotados en Egipto.

           Así Jesús muestra un nuevo rostro de Dios:  no es el Dios que premia el buen comportamiento de los que todo les va bien, sino el Dios que opta por los pobres y los que sufren porque precisamente "ahora" tienen que soportar esa situación.

           Por el  contrario  advierte  ("Ay de vosotros...)  a los que viven situaciones de riqueza y prosperidad que, si Dios opta por los pobres y excluidos, ellos van a sufrir un serio revés.

           Con otro lenguaje y otro estilo Jesús repite lo que manifestó en la sinagoga de Nazaret: él ha venido a traer la Buena noticia a los pobres y a  liberar  a  los  oprimidos.  Y quiere que el programa de su vida,  así definido, sea el camino que han de seguir sus discípulos.


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